Los
macorijes tenían otra lengua o por lo menos otro dialecto diferente del que
hablaba la mayoría de los pobladores de la colonia. Las primeras evidencias de
grupos macorijes fueron localizados cerca de la ciudad de La Vega cuando se
encontró restos de una cultura ostenoide que parecía tener relación con
elementos cuevoides, una mezcla de estilos que termina produciendo una nueva
expresión decorativa en la que se usan aplicaciones de tiras de barro,
decoraciones cruzadas formando rejillas sobre cazuelas pequeñas, asas en forma
de botón, asas en forma de gasas pequeñas, así como representaciones mínimas de
ciertas aves.
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